Definiremos el clavus utilizando el artículo de Lise Bender al respecto, pero teniendo en cuenta que nosotros tratamos con pinturas y no con tejidos reales. 

          Los clavi serán unas bandas verticales, monocromas, de color diferente al del resto de la prenda, bordeados, o no, por algún otro tipo de adorno (Bender, 2011, p. 79). Se sobreentienden siempre emparejados, aparezcan o no en el retrato, y caen, más o menos, desde mitad de la clavícula. 

          Hay dos detalles significativos en este adorno que algunos estudiosos pasan por alto. El más importante es que los clavi estaban tejidos, confeccionados durante la elaboración de la tela, y no cosidos posteriormente a ella. El segundo se refiere a la prenda básica sobre la que se usaban, que es el chitón (Bender, 2011, pp. 75-76). 

          Los ejemplos verídicos del Mons Claudianus demuestran que estos elementos tenían algún significado real, ya que se han encontrado restos en los que los clavi habían sido reparados y conservados múltiples veces. Sin embargo, en nuestros retratos no parece distinguirse a primera vista ningún sentido especial entre los más anchos y los más estrechos, o entre los que utilizan hombres, mujeres o niños (Bender, 2011, p. 76). El análisis que nos permitirá hacer esta base de datos, acabará por demostrarnos la realidad o no de esta impresión inicial.